Hábitos y técnicas de estudio
¿Sabías que los hábitos de estudio son considerados los mejores predictores del éxito académico por encima de las habilidades cognitivas.?
García-Huidobro (2000) definía los hábitos de estudio como “la repetición del acto de estudiar realizado bajo condiciones ambientales de espacio, tiempo y características iguales. El hábito de estudio es el primer paso para activar y desarrollar la capacidad para aprender en los alumnos”.
En palabras cotidianas, tienen que ver con el entorno y las condiciones que los estudiantes generan diariamente para enfrentarse a los contenidos de aprendizaje. Quizá te preguntarás por qué pareciera entonces tan difícil instaurarlos. Primero debemos saber que se adquieren en un proceso de dos fases, una de formación y otra de estabilidad, que transcurrirán sólo a partir de la existencia de tres condiciones:
El conocimiento de lo qué son los hábitos de estudio y porqué los estoy adquiriendo, las capacidades con las que todos los alumnos cuentan para lograrlo y finalmente el deseo de generar una metacognición sobre el propio aprendizaje, es decir, una conciencia y análisis de los propios procesos.
Con técnicas nos referimos a las estrategias o métodos específicos que, de acuerdo a nuestro estilo de aprendizaje predominante, elegimos para trabajar y estudiar. Existe amplia investigación al respecto de los estilos de aprendizaje sobre la que detallaremos en otra ocasión.
A continuación te comparto los hábitos de estudio fundamentales y algunas técnicas que podrían funcionar. Te invito a probarlas y elegir aquellas que complementen tus necesidades personales.
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- Genera físicamente un horario de actividades vespertinas donde incluyas momentos de estudio, actividad física y recreación.
- Trabaja en el mismo lugar siempre. Debe contar con el mobiliario necesario, estar ventilado, iluminado y libre de distractores. Si lo deseas, incluye música instrumental en un volumen mínimo.
- Ten todo tu material a la mano antes de iniciar.
- El estudio debería tomar entre 45 y 90 minutos máximo. Toma diez minutos de descanso por cada hora de trabajo.
- Inicia por lo màs difícil. Nos exige màs energía y si lo hacemos cansados, puede que resulte mucho màs retador.
- Divide los trabajos muy largos o difíciles en subtareas, un poco cada dìa.
- Busca relacionar todo con una aplicación cotidiana y un conocimiento previo.
- Para estudiar, cuatro pasos: lectura rápida, lectura subrayando, resumen o mapa conceptual y repaso.
- De los cuadernos que llevaste a casa, dale una leída a los apuntes de ese dìa, servirá como repaso
- Aprovecha el canal visual usando claves de colores por materia.
- Realiza un horario visual y concreto por bimestre especificando materia y entregas programadas.
- Cuando leemos en voz alta, la información entra a través los canales visual y auditivo.
- Inicia un sistema de glosario o fichas para los conceptos que te cueste comprender.
- Las reglas mnemotécnicas son especialmente útiles a la hora de memorizar listas y conjuntos. Consisten en asociar conceptos que tenemos que memorizar con otros que nos son más familiares. ¿Recuerdas el famosísimo “CHON” de los elementos más comunes en los organismos vivos? Así rápidamente nombramos al carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.
- Sabremos que tu estudio fue efectivo cuando hayas comprendido la información. Para esto, intenta explicarla con tus propias palabras.
Como todo aprendizaje, esto también es un proceso. La programación neurolingüística considera necesaria la repetición de una conducta por 21 días continuos para poder automatizarse y considerarse un hábito. Se constante y no te desanimes!
Te dejo algo de bibliografía y herramientas digitales que pueden enriquecerte.
- Aprender a estudiar no es imposible…: Técnicas de estudio para hijos en edad escolar. Jaime Almela, Ed. Palabra 2002.
- Estrategias y técnicas de estudio. Ramón González Cabanach Ed. Pearson 2004.
https://www.goconqr.com/es/mapas-mentales/
Mercedes Suárez Antón
Psicopedagogía Kipling Esmeralda